tras un pekeño hospedaje d un fin de semana, con un poco de curiosidad para ver k tal son los famosos jardines, decide irse a dar una vuelta, llegando a ellos, viendo flores de todo tipo, rosas de todos los colores, revisando y viendo cada una, dibujando en una pekeña libreta la flor k mas le gustaba, un aire fresco soplaba esa tarde -n.n que lidnas, me gustaria tomar una de cada una, demo.no se puede u.u-